sábado, 19 de junio de 2010

La Churca

En la cumbre de uno de los cerros del asiento minero de Milpo, a unos cien metros de Staff, se encuentra una piedra muy grande, que por estar apenas colorada, le llaman La Churca. Esta piedra parece que en cualquier momento podría rodar. Dicen que es un varón adúltero, castigado por el exceso de sus amores.
Cuentan que en 1949, había llegado a las minas de Milpo un hombre joven, atractivo y seductor. Se alojaba en una chocita de la estancia de Tapa Tapa, desde donde asistía diariamente a cumplir con su tarea de obrero.
Las mujeres adolescentes fácilmente se enamoraban de él y se complacían entre los pajonales de los alrededores.
Creían que era soltero y lo encontraban sensual y apetitoso. Los padres de las humildes jovencitas, con el correr del tiempo, se dieron cuenta de la deshonra cometida por el perverso amante y juraron vengarse. Pero éste, al saberse descubierto, siguió consumando sus deleites, únicamente por las noches y en el propio lecho de sus incautas admiradoras.
Noche tras noche, el joven tramontaba la cumbre del cerro, sin que el amanecer lo sorprendiera, para esquivar  la dura crítica de los estancieros.
Llegaron los días en que padres, madres y hermanos se quejaron ante las autoridades contra aquel sujeto de mal vivir y, al no encontrar justicia, con el alma rabiosa y lágrimas en los ojos, clamaron al cielo el peor de los castigos.
No pasaron muchas semanas de los actos de dolor y abuso, cuando cierta noche de luna, el amante adúltero se demoró en el lecho de una de sus más ardientes enamoradas.
Advirtiéndose que se había demorado para el retorno a Tapa Tapa, muy ligero se despide con el presentimiento de nunca más volver.
Lamentablemente, cuando llegaba a la cumbre, lo sorprende el amanecer y ¡se convierte en churca!
Desde entonces, aquel joven se halla cautivo, convertido en piedra como castigo por el exceso de sus amores .Y la gente del pueblo dice que será liberado cuando el varón se comporte honestamente con una mujer.

No hay comentarios: